Esta finca única se ubica en Sant Llorenç des Cardassar, un refugio exclusivo que combina total privacidad con impresionantes vistas panorámicas que se extienden desde Porto Cristo hasta Cala Bona y el mar.
La propiedad se asienta sobre un extenso terreno de aproximadamente 15.000 m² y cuenta con una vivienda principal y una casita de invitados. Construida con un estilo rústico y auténtico, combina materiales nobles y detalles singulares: vigas de madera importadas de Austria, paredes de piedra natural y una estufa de leña con sistema de triple tiro que aporta un carácter inconfundible. Los espacios interiores destacan por su luminosidad y amplitud, con techos altos, ventanales que conectan directamente con el paisaje y terrazas orientadas al sur que permiten disfrutar de las vistas al mar. La habitación de la torre, con dormitorio y baño, ofrece un rincón íntimo con panorámicas que abarcan desde la costa hasta la Serra de Tramuntana.
El exterior ha sido diseñado para el máximo disfrute y relax: piscina infinita climatizada con vistas al horizonte, zonas ajardinadas con riego automático, amplias terrazas soleadas y un bar con horno de leña, ideal para reuniones con familia y amigos. Bajo la sombra de un algarrobo centenario, se encuentra un rincón perfecto para desconectar y disfrutar de la tranquilidad.
La casita de invitados independiente añade una gran versatilidad: puede alojar a familiares o amigos de manera privada o utilizarse como residencia fija mientras se alquila la vivienda principal. Y, como valor añadido, la finca cuenta con licencia de alquiler vacacional (ETV) para 6 huéspedes, asegurando así una rentabilidad garantizada.